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17 de octubre de 2012

Movimiento interior

Hoy recibí este mensaje de Aleja, y quería compartir con ustedes mis pensamientos al respecto, ya que puede ser útil para quienes lean estas palabras.

Hola helena, observo tus imagenes denotan una gran trayectoria y tu manifestación de meditación activa es hermosisima. Me gustaría preguntarte lo siguiente, desde que conocí a los mandalas hace años los he estado dibujando de hecho tuve la oportunidad de hacer mi tesis de ellos siempre me han parecido geniales y tengo fe en su efecto, pero ultimamente se me dificulta muchisimo dibujarlos, me siento un poco fastidiada con las formas y utilizar el creyon me produce un poco de tedio y los que he hecho no los he terminado, no se a que se debe esta especie de apatía. Espero que por favor puedas ayudarme, dandome tu opinion, muchos saludos Namaste.

Hola Aleja,
Gracias por escribirme, me alegra mucho que te gusten los mandalas que hago.
Leí con atención tu mensaje y lo que puedo decirte es lo que siento y pienso respecto a la práctica de este arte.
Sinceramente, desde que dibujo mandalas, he pasado por diferentes estados de ánimo y experiencias en general, las que afectan directamente mis expresiones (que en este caso son los dibujos de mandalas, pero que podrían ser canciones, poemas, etc.), lo que me hace pensar que a veces estamos atravesados por situaciones que, por su intensidad, son difíciles de expresar a través de algunos medios artísticos y es necesario encontrar otros. O tal vez simplemente baste con experimentar nuevas técnicas o formas de hacer lo mismo...
Lo cierto es que cuando una actividad como esta, que hacemos con amor y sin ninguna pretensión, sensillamente por el gusto de expresarnos, se convierte en algo tedioso, lo mejor es buscar otros canales a través de los cuales vincularse con nuestras energías creativas.
Tal vez no es el hecho de hacer mandalas lo que te está pesando, tal vez se trate de que has descubierto una técnica para hacerlos y se ha convertido en un ejercicio de repetición, donde lo que sucede empieza a carecer de frescura.
Lo que te sugiero es que te tomes un momento para estar tranquila, sin interrupciones, en un sitio que te haga sentir cómoda y contenida, y reflexiones sobre qué necesita tu cuerpo, tu mente, tu corazón para expresarse. Tal vez es hora de hacer alguna actividad diferente para adquirir nuevas experiencias y herramientas con las que más adelante puedas volver a dibujar mandalas pero desde otro lugar, o simplemente necesites reunirte con otras personas para compartir tus momentos de expresión. Tal vez puedas experimentar con nuevas actividades que pueden estar directamente ligadas a los mandalas (como ser: aprender nuevas técnicas, usar nuevos formatos, reunirte a dibujar con otras personas, etc.) o actividades que pueden parecer más alejadas (como ser: hacer yoga, salir a caminar por la tarde y dejarse llevar por los sentidos sin pensar en nada en especial, crear nuevas combinaciones en tu estilo para vestir, etc.) Lo cierto es que al parecer estás necesitando que tus mandalas reflejen un cambio, pero ese cambio debe suceder en tu interior para que puedas verlo reflejado en tus expresiones artísticas, más allá de cuál sea el medio. Y experimentar nuevas cosas siempre sirve para que se genere un movimiento en tu interior, un reordenamiento.
Espero que te sirvan mis palabras, y que en un tiempo, cuando encuentres nuevamente el lugar en donde dejar fluir tu creatividad, me vuelvas a escribir contándome.
Cariños y hasta pronto,
Helena

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